"EL CLUB DE LOS POETAS MUERTOS" (1989). CINE EN MAYÚSCULAS

     


    Cansado de la excesiva violencia de las películas "comerciales" de hoy en día, di por casualidad con una cinta que bien se pude calificar como clásica. Me estoy refiriendo a El Club de los Poetas Muertos dirigida por Peter Weir y protagonizada, entre otros, por los entonces desconocidos Robin Williams y Robert Sean Leonard. Este último alcanzaría la cima años después al pertenecer al elenco de la exitosa serie House encarnando al oncólogo amigo del protagonista doctor Gregory House (interpretado por el británico Hugh Laurie).

    El que El Club... sea merecedor de mi artículo semanal obedece al hecho del mensaje filosófico que lleva implícito. La cinta cuenta la historia de un grupo de adolescentes durante su estancia en régimen interno en un ultraconservador colegio británico a comienzos de la pasada centuria. Fíjense que si este colegio es conservador que para ellos el mejor avance es ir hacia atrás. Como es natural, a él acuden los hijos de padres autoritarios que no ven ellos otra cosa que no sea el de unos entes sin libre albedrío por lo que los padres deciden por ellos. Ya saben lo que reza este absurdo refrán: "Cuando seas padre ...". Para insuflar un poco de aire fresco, un nuevo profesor (el señor Keating interpretado maravillosamente por Robin Williams) forma parte de la plantilla del colegio. Sus pocos ortodoxos métodos, basados en el "Carpe diem" y en la poesía de Walt Whitman ("Oh capitán, mi capitán") enseguida llaman la atención y conseguirán lo que se antojaba imposible: que los chicos pensasen por sí mismos. Como esto va en contra de la absurda política conservadora basada en la tradición, una desgracia basta para que se inculpe injustamente, tras cerrar una rápida y precipitada investigación, como chivo expiatorio al señor Keating expulsándolo del colegio. El principal responsable es el director Nail Golan (Norman Lloyd) con su absurda oposición para acabar con las tradiciones del elitista colegio. Con ello se cierra toda posibilidad a la entrada de viento fresco innovador que tanta falta hacía. A partir de aquí, no es mi intención hacer spoiler. Solo diré que el final es sorprendente.

    La cinta es, en definitiva, un tremendo aldabonazo a las conciencias que piensan que todo aquello que suene a conservador es lo mejor. Nada más lejos de la realidad. Es cuando se coarta la libertad de la gente impidiéndola pensar por si misma, cuando suceden las desgracias. En el caso individual, buena prueba de ello es la muerte por suicidio del joven aspirante a actor al serle notificado por parte de su padre de la orden de abandonar la carrera teatral (a pesar del éxito de su primer papel) y su inminente ingreso en una academia militar. Destaca por lo impactante el siguiente diálogo:

    NEIL PERRY: Pero, ¿cómo voy a entrar en una Academia Militar?. Me niego en redondo.

     MR PERRY: Lo dices como si fuese una condena, No lo es. (el subrayado es mío)

Mayor cinismo por parte del autoritario Mr Perry no cabe. El actor que lo encarna (Kurtwood Smith) lo clava sobre todo con los gestos. Lo que más me preocupa es que aún sigan existiendo cabestros (votantes de VOX casi todos ellos) que piensan que todo recorte de libertades para impedir que la sociedad piense por sí misma es bueno. A todos ellos les recomiendo y ordeno la visión de esta excelente película. 

¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE; CRÁPULAS!


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