"HERIDAS", ¡QUÉ BUENA PINTA!

 

  

     Vuelto ya de mis más que merecidas vacaciones primaverales, he tomado la decisión, dado que ustedes estarán hartos de los dimes y diretes de la política patria así como de todo lo relacionado con esa basura nauseabunda del falso caso Negreira, de no hablar ni de política ni de bazofia deportiva. Al menos, en lo que hace a la política, mientras dure la campaña electoral. Una campaña que, pese a que aún no hay carteles electorales, bien se puede decir que ha empezado. Este dolor de cabeza durará la friolera de mes y medio. 

    ¿De qué hablar en todo este tiempo?. De las series que se van estrenando en abierto en las cadenas generalistas españolas me parece una buena idea. En este sentido el pasado jueves 13 de abril lo hizo una serie prometedora que, además, es española. Responde al nombre de Heridas y está encabezada por Adriana Ugarte (a la que pudimos ver en El tiempo entre Costuras en el papel de Sira) y María León (Aquí Abajo). Para la segunda es uno de sus primeros trabajos en una serie dramática. La verdad es que pasa el examen con nota. Adriana, por su parte, no se queda atrás. 

    La serie cuenta la historia de una niña (Alba interpretada por la jovencísima Cosette Silgueiro) que malvive en casa de unos padres dogradictos (María León y Adriá Collado). Su vida se reduce a los gritos de todos los días. Las risas están prohibidas. Manuela, por su parte, es una naturalista que vigila todo lo que sucede en el parque de Doñana. Un día estando afuera en un bar conoce a Alba y la invita a un "helado caliente". De este encuentro se da cuenta de que Alba es una niña muy triste cuya única compañía es la de un hamster que lleva a todas partes y cuyo único entretenimiento es el lanzar botellas al mar con un mensaje solicitando una nueva madre. Durante una excursión organizada por el colegio al humeral andaluz Alba se desmaya víctima de su desnutrición. Ya recuperada al llevarla a casa en vez de un agradecimiento Manuela recibe de la madre de Alba (Yolanda) la "recomendación" de no meterse en su vidas. La naturalista opta por seguir en principio este consejo y siguiendo con la suya se hace novia de un periodista al que invita a cenar a su humilde casa. De esta cena surge la hacer lo mismo la noche siguiente sin sospechar que por la mañana Alba le iba a confesar lo tremendamente mal que le iban las cosas en casa. Par poner peor las cosas, su mascota ha muerto víctima del pésimo ambiente de malos tratos que Alba vive en su casa.  Ante esto Manuela pasa a la acción y ante el peligro que para la vida de la chiquilla podría suponer la permanencia en su casa materna decide que a partir de entonces Alba viva con ella considerándola su hija. Trata para ello un astuto plan en el que hace creer a todo el mundo que ha muerto de forma accidental. Para hacerlo más creíble cambia el nombre de Alba por el de Paloma y en autobús se dirige al pueblo de sus padres. 

    De este primer episodio, son destacables las interpretaciones tanto de Adriana Ugarte como de María León que como "mala" de la serie lo clava. Pero su maldad no es innata sino que es víctima de las drogas. Como lo es su marido: un excelente Adriá Collado. Pero si hay que felicitar a alguien es a Cosette Silgueiro que borda su papel de niña de siete años. Niñez que pierde cuando se le muere su hamster que simbolizaría, por lo tanto, a la edad infantil. Alba acepta sin rechistar el malévolo plan de Manuela para alejarla del peligro de sus padres. Más aún cuando ésta le dice que sólo se trata de un juego, de una especie de teatro en el que Alba representará el papel de Paloma. De estas actuaciones, la que pasa más desapercibida es la de Adriana Ugarte que como la naturalista Yolanda trata con nota de salir del paso. 

    Vista globalmente, la serie en este primer episodio supone un interesante aldabonazo, lleno de pesimismo, sobre hacia dónde nos conduce el sistema. A pesar de que tú le estés haciendo el bien a una niña mayor como Alba (salvándola quizá la vida), llevándotela contigo puedes ser acusada del delito de secuestro y puedes acabar tus días en la cárcel. Además, la ley puede obligar a Alba a seguir malviviendo con sus padres drogadictos. ¡Así de injusta es la vida!. 

¡Hasta la semana que viene!