UNA OBRA MAESTRA LLAMADA "LA SOCIEDAD DE LA NIEVE"

 


Sí, ya sé que había prometido no hablar de una política que ya, sinceramente, me cansa ni de dos temas que me producen arcadas: la futura ley de Amnistía y los dimes y diretes que existen en la madrileña calle Ferraz. Nuestro "amigo" Vicentín lo ha vuelto hacer. Ha tenido la desFACHAtez de no abrir este martes 23 su "fachadiario" con la buena e histórica noticia de que dos cintas españolas van a estar en la carrera final de las nominaciones a los Oscars. Una es la es la que nos ocupa y la otra es la de animación Robot Dreams. Antes, al contrario, y como se sabe que es lo que le quita votos al PSOE, Vicentín ha tomado la errónea decisión de abrir con las novedades en el caso de la amnistía. Al día siguiente, cuando digamos que explotó la supuesta crisis interna en el PSOE provocada por el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Paje, haciendo caso omiso de la libertad de pensamiento que se supone existe en el partido del presidente Sánchez, se dedicó buena parte del tiempo ha hablar de ello. Si eso no es manipulación... Si hay cortina de humo, ¡¡BENDITA CORTINA!! Pero eso es, afortunadamente, otra historia. 

Como diría el escritor tristemente desaparecido Francisco Umbral, "yo he venido a hablar de mi libro". En este caso de la película de J. Bayona. que es en muchos aspectos superior a la película Viven. Tecnológicamente, en primer lugar, se puede comprobar por el uso de drones, herramienta que ni se conocía en los años en que se rodó la película estadounidense. Pero no es solo en eso en lo que la cinta de Bayona mejora a la de Frank Marshall. 

Como habrán podido adivinar, el argumento va sobre las peripecias que tuvieron que sufrir los supervivientes del accidente del avión de los Andes durante la transición entre los años 1972 y 73.  ¿Quiénes componían el pasaje del avión?. El equipo nacional de rugby de Chile y otros viajeros. Teniendo en cuenta que todos las sabemos, la película es inmune a los spoliers ya que todos sabemos el feliz final con el que saldó este siniestro. Con el precio eso sí de más de veinte muertos cuyo respectivo nombre es sobreimpresionado en pantalla en el momento en que se mueren junto con su edad. Esto es otro detalle en el que la cinta española supera a la estadounidense. Es de general conocimiento que, para sobrevivir se tuvo que recurrir al canibalismo con los cuerpos de los pasajeros muertos lo que escandalizó a gran parte de la sociedad mundial de esos días.

Otro aspecto en lo que La sociedad de la nieve es superior a Viven es en el aspecto de la peluquería. Hasta tal punto que la cinta de Bayona ha sido también nominada a esta categoría. En sus numerosos primeros planos, da la sensación que las heridas que por el frío se han producido en los labios son reales. Mucho y difícil trabajo de maquillaje lleva producir ese efecto.

Resulta oneroso el destacar a alguien del reparto. Pese a ser todos desconocidos para el gran público, rayan a gran altura. Se puede decir que la actuación es coral, de equipo y eso que nunca habrán trabajado juntos. Da la impresión de que llevan haciéndolo mucho tiempo. Esto es un mérito que hay que reconocer a los directores de casting.

La fotografía es también muy buena. La trama se desarrolla en los bellos espacios nevados de los Andes. Aquí es cuando aparece el tema de la nieve como protagonista. Sería algo así como la "mala de la película" que no duda en castigar a los que, por entonces, quedarían vivos enviándoles un tremendo alud que llega a sepultar lo que queda del avión con las personas dentro por el solo motivo de haber hablado un poco fuerte. Pasados los días y como por esas fechas es verano en el hemisferio sur, dos de los supervivientes aprovechando el deshielo van en busca de ayuda a la frontera con Chile. Es aquí cuando somos testigos de una curiosa escena. En un lugar paradisiaco (lo que los filólogos conocemos como locus amoenus), nuestros dos amigos se acercan a un río a beber. Bayona hace de repente un cambio de cámara mostrándonos un primer plano de un lagarto. Da la impresión de que uno de ellos se lo va a comer. Tal cosa no va a suceder cuando se dan cuenta de que estan siendo observados por un jinete que por ahí paseaba. Es ahí cuando Bayona le pone la puntilla a Viven puesto que hace lo que Frank Marshall no hizo: narrar el fulminante efecto que tuvo la increíble noticia de la existencia de superviventes en la "tragedia de los Andes" en la Policía chilena. Ésta empieza a correr preparando el operativo de rescate. Cualquier dilación podría ser fatal.

Con La Sociedad de la Nieve, Bayona da en la tecla que hace posible que una película en principio larga (dos horas y media) se haga corta. Sus nominaciones a los Goya y a los Oscars son más que merecidas. Esperemos que, con respecto a los Oscars Bayona tenga suerte haya cuando a principios de marzo se produzca su entrega. O si no ¡que le vayan quitando lo bailado!. Estamos ante una obra maestra a la que le doy un total de ¡NUEVE! albóndigas sobre diez.


¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE, CRÁPULAS!


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