"EL MEJOR ..." REMEDIO CONTRA EL INSOMNIO
Hace casi un mes me convertí en una especie de Rappel y escribí un post acerca de un programa cuyo estreno se estaba anunciando en la Uno. Lo califiqué, quizás precipitándome, de "ocurrencia". Pasados los días, decidí darle una oportunidad a algo que lanzado un rápido vistazo podría parecer absurdo como es el averiguar quién es "el mejor de la Historia". Contemplada la primera gala, mis peores temores se han visto confirmados.
Las más de dos horas que duró el esperpento se me hicieron, en efecto, eternas. Lo peor es que se inició con una absurda cuenta atrás hasta que el espacio comenzó en serio. Esta semana se trataba de encontrar al mejor de una tanda de diez personajes finalistas de toda la historia escogidos en un caótico totum revolutum de cincuenta. La presentadora, una infame Silvia Itxaurrondo que debe servir para informativos pero que en esta ocasión no ha hecho otra cosa que el ridículo, hizo lo posible para explicar el mecanismo de elección de estos personajes. El que suscribe no se enteró. En esta lista de "finalistas" eché de menos a humoristas como José Motá, Tip y Coll y, sobre todo, el gran Chiquito de la Calzada. En lo referente a deportes, ¿dónde estaban figuras como Bahamontes, Induraín o Perico Delgado?. Llamó la atención que unos jóvenes hiciesen lo mismo con la nefasta figura del dictador Francisco Franco cuando estaba claro que lo llegaron a conocer. Reflexionemos: si en la lista de los cincuenta finalistas estaban unos pre-nazis como fueron los Reyes Católicos (autores de tropelías como la absurda expulsión de los judíos o la nauseabunda introducción de la Inquisición), ¿por qué no va a estar un personaje de su misma cuerda como era Franco?.
Pasado un interminable cuarto de hora, Silvia presentó al jurado que esta semana estaba formado por el genial cineasta Santiago Segura, la show-woman Mercedes Milá, el exministro de exteriores en la época de Rajoy García Margallo y la periodista del diario El País Luz Sánchez Mellado. Los siguientes minutos se dedicaron a desvelar quiénes ocupaban las posiciones del 10 al 4 de ese primer grupo de diez. Se hizo de una forma tan cansina y anodina que no pude reprimir un bostezo de aburrimiento. El jurado tampoco hizo mucho para evitarlo. Lo único que pude sacar en blanco es ¿qué narices hacía una figura tan admirada y repelente a la vez como Hernán Cortés?. Con el paso de los minutos, hasta el exministro se unió a la fiesta de decir sandeces descolgándose sin aportar ninguna prueba, que no fuese una vaga referencia al gran lorquista Ian Gibson, de que Lorca también fue facha (¿?). Así fue transcurriendo el "programa" hasta el ansiado final en el que la propia presentadora se hizo un lío a la hora de decir qué era lo que tenía que hacer el jurado con las paleas que se les había facilitado. Ni siquiera ella lo tenía claro. Al final quedaron dos. El resultado final no lo voy a desvelar.
Vista esta primera gala, la impresión general es que se trata de un programa inútil y caro. Lo que duele dado el carácter público de La Uno. ¿De dónde se va a sacar el dinero con el que pagar al jurado, a ese personaje que se define como el "ciudadano medio" o al notario al que, incompresiblemente, Silvia trata de tú que no sea del erario público?. Inútil porque me parece absurdo ponerse a buscar quíén es el mejor de la historia cuando está claro que cada uno es el mejor en su campo. RTVE pone como escusa que es un exitoso formato de la BBC. Pregunto yo: si fuese uno en el que un concursante se estuviese jugando la vida o un millón de euros por el método de la ruleta rusa, ¿se emitiría también?. Con este espacio/esperpento la "cosa pública" le regala el horario estelar a Antena 3 que a esa misma hora emite un espacio polémico aunque mucho más divertido como El desafío. Yo no me apunto para ver la segunda gala.
Nota final: Una albóndiga (sobre 10).
¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE, CRÁPULAS!.

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