"EL SUSTITUTO" O LA CONSAGRACIÓN DE RICARDO GÓMEZ

 


El pasado jueves a eso de las once de la noche (¡Vaya horas!), tras esa interesante comedia llamada 4 estrellas, pude ver en la Uno una entretenida cinta de intriga española llamada El sustituto. Mi intención era dejarla a medias, marcharme a la cama a eso de la medianoche y ver lo restante a través de RTVE Play. ¡Craso error!. Lo cierto es que la película engancha no permitiéndote que la veas a plazos. Afortunadamente, como en las cadenas públicas no hay publicidad la vi del tirón. Eran solo la una menos cuarto cuando me dirigí a la cama para caer en manos de Morfeo.

La cinta cuenta la historia, centrada en 1982 (el año del Mundial de España), de un policía llamado Andrés Expósito que, tras haber solicitado un cambio de destino por la enfermedad de su hija que le hace ser alérgica a la contaminación de Madrid, se dirige a la costa levantina para sustituir a un compañero asesinado en misteriosas circunstancias. La historia se nos cuenta se boca de la hija del protagonista que se la relata a una amiga con la que está tomando el té. La investigación de este tema le acarreará funestas consecuencias: agudizará su alcoholismo, será abandonado por su esposa, será despedido de su trabajo por meterse en donde no le llamaban. Este caso estará relacionado con criminales nazis fugitivos residentes en la costa española. ¿Qué hace la Policía?. Mirar para otro lado; está comprada por los nazis. Para vigilar a Andrés, más bien, cuenta como binomio con Colombo (Pere Ponce) un policía tan alcohólico como Andrés y, sobre todo, fumador. Andrés sospecha que su antecesor pudo ser asesinado, quizá por los nazis, por su excesiva curiosidad. Mientras su binomio Colombo está en el hospital, Andrés aprovecha para ligar y hacer el amor con la enfermera que lo trata, a cambio de información sobre la muerte del policía al que ha venido a sustituir. Andrés hace el amor en un barco propiedad de Colombo. En ese mismo barco se guardan las únicas pruebas que Andrés ha podido encontrar contra los nazis. Estos misteriosamente se enteran por lo que, al rato, vemos como el barco está en llamas. La información que saca de la enfermera es jugosa: su antecesor había muerto no de drogas como se dijo oficialmente sino por una inyección de gasolina en el corazón. Resultado: una vez celebrado el juicio contra los alemanes, éstos salen absueltos por falta de pruebas. Además, Andrés será será despedido de su trabajo, su mujer lo abandonará .... Para poner las cosas peor, Andrés se da cuenta a los pocos días de los extraños tratos que su amiga la enfermera trae con los nazis alemanes.

Como todos ustedes sabrán, "Expósito" es el apellido que se ponía a todos los niños provenientes de la Inclusa. Estos niños habían sido robados por los fachas de sus madres biológicas por el solo motivo de que éstas eran republicanas. Había niños que tenían suerte y eran aceptados por familias afectas al nauseabundo franquismo. Otros no tenían tanta suerte. Eran rechazados. Este es el grupo al que pertenece Andrés. Tenían que permanecer en una institución llamada la Inclusa hasta que siendo ya mayores de edad, pudiesen valerse por si mismos e independizarse tras haber hecho la mili, claro.  De ahí la oposición de Andrés a que se le nombre por el apellido. Es como reconocer que proviene de una familia "roja", lo que en los años ochenta del pasado siglo era muy peligroso. Aún había mucho facha suelto y con poder en las altas esferas.

Con respecto a las actuaciones, destaco en primer lugar a un Ricardo Gómez que clava su papel de policía alcohólico (muy en la línea del Harry Callahan de Clint Eastwood) empeñado en descubrir la verdad del asesinato de su predecesor a pesar de ser ya oficialmente un caso cerrado. Como a algunos este nombre puede que no les diga nada, recuerdo que es el mismo Carlos Alcántara de la serie recientemente acabada Cuéntame. Es muy amante de su mujer y su hija. Solo se enrolla con la enfermera que está tratando a su binomio con el solo fin de sacarla información. Se opone a que los alemanes compren su silencio a través de regalos como un apartamento con vistas al mar o un carísimo reloj de oro suizo. 

Le da réplica su binomio Colombo interpretado de forma un tanto mediocre por el catalán Pere Ponce al que también pudimos ver en Cuéntame desempeñando el papel del cura obrero Eugenio que se casa con Inés Alcántara y tiene un hijo con ella: Oriol. Ahí si que resulta creíble y hace un papelón. En esta película, en cambio, le sobran gestitos y gesticulaciones así como esa absurda barba que no le va ni con cola. Colombo en un principio se mostrará en contra de que su binomio investigue la muerte de su predecesor por las posibles implicaciones políticas que pudieran derivarse. Con el paso de los días, no pondrá tantas pegas siempre y cuando la investigación no llegue a oídos de las altas instancias

El comisario es encarnado por otro catalán, Joaquin Climent, al que todas las tardes laborales podemos ver en la serie de la Uno La promesa. En la cinta que nos ocupa, da vida a un comisario facha que se pasa casi todo su horario de trabajo en su "despacho" de un bar fascista tomando sus vinitos. Climent pasa totalmente desapercibido al igual que el resto del reparto con la anecdótica aparición del gran Guillermo Montesinos (Los ladrones van a la oficina, Antena 3) que hace un brevísimo cameo.


La trama es mejorable. Lo peor es el guión que es, simplemente pésimo. Para demostrarlo cito una escena que se desarrolla en una poco verosímil persecución de Andrés al vehículo del malo. Se desarrolla en las calles de este pueblo costero y en las onduladas carreteras de sus aledaños. Centrado como estaba el policía en ella, no cae en la cuenta de que otro vehículo se estaba acercando en dirección contrario. El choque es inevitable. Andrés no puede evitar que su coche de dos espectaculares vueltas de campana. Cualquiera de nosotros los mortales se hubiese partido ambas piernas como consecuencia de este accidente. Andrés no queda cojo sino ligeramente aturdido y manchado de salsa de tomate. Pero lo peor está aún por llegar. En un momento el malo se acerca y le inyecta en el corazón de Andrés gasolina como le ocurrió a su predecesor. Andrés, en vez caer muerto de manera fulminante, aún tiene arrestos para levantarse y clavarle al malo la navaja de su predecesor en la pierna. La magia del cine. 


Yo no veo en contra de lo que sostienen muchos ningún tipo de adoctrinamiento político. Aibar  simplemente expone de forma ascéptica unos hechos que sucedieron en el año del mundial de España. Ya nos hubiese gustado a los españoles que los criminales nazis fugados no hubiesen estado escondidos en las costas españolas. Pero la realidad es la que es y no se puede cambiar.


Para terminar, este es es mi informe final de la cinta de Óscar Aibar:
  1. LO MEJOR. La actuación de Ricardo Gómez y pocas cosas más
  2. LO PEOR. Un poco cuidado guión a pesar de estar basado en hechos reales
  3. NOTA FINAL. Cinco albóndigas (sobre diez)


 

¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE, CRÁPULAS! 



 

 

  

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