UNA OBRA MAESTRA: "Tiempo de Perdón" de John Grisham
Tremendamente asqueado por el excesivo ruido que los medios de comunicación españoles estaban produciendo a raíz del nauseabundo caso Koldo, decidí evadirme. Cogí un libro de la biblioteca municipal y nada más empezar a leerlo caí embelesado y me atrapó. Hay veces en que hay que recurrir a nuestros amigos los libros para que nos hagan las veces de cascos y anteojeras ante el pésimo espectáculo que tanto gobierno como oposición como medios de comunicación nos están ofreciendo políticamente hablando.
El libro cuenta la historia de una familia de clase media que ha tenido la desgracia de vivir en un estado de la llamada "América profunda" llamado Misisipi cuya mayor parte de habitantes no son precisamente demócratas, La familia esta compuesta por el padre Stuart, su mujer y sus hijos (Drew el chico y Keta la chica). El propio Stuart muestra una doble cara: a la par que para sus compañeros es un excelente policía de puertas para adentro se muestra como un ser abyecto capaz de maltratar a su esposa y violar a su hija dejándola embarazada hechos para los cuales piensa que su placa de policía le da patente de corso. La inteligente estratagema deocultar el embarazo al ministerio fiscal será la que el abogado Jack siga para conseguir la nulidad del juicio lo que para el abogado representará una pequeña victoria pese a que no supondría la inmediata puesta en libertad de Drew.. ¿Causa del juicio?. Una maldita noche del mes de marzo Stuart regresa a casa completamente borracho. Como su mujer se niega a hacer el amor con él la propina una enorme paliza que casi acaba con su vida. Eso sucede cuando los hijos se supone que están en el piso de arriba durmiendo. La esposa permanece en el suelo aparentemente muerta. Eso es lo que, al menos, creen los hijos. Aprovechando que Stuart se encuentra durmiendo la mona, Drew agarra la pistola de su padre y a sangre fría lo mata. No sabe la pesadilla que se le viene encima. Es acusado de asesinato en primer grado lo que hace que, según las leyes del estado de Misisipi, el niño Drew se arriesgue a la pena de muerte. Además, para empeorar las cosas, el juez Noose quiere que se le juzgue como un adulto dada la simpatía que tenía para con el policía. Como hemos adelantado, Drew tiene la enorme suerte de contar para su defensa con Jack, un excelente abogado que en principio solo se iba a encargar de los detalles preliminares del caso y que al final tendrá que encargarse del mismo por completo (juicio incluido) ante la negativa de otros abogados defensores de llevar el caso.
Los personajes de la novela están perfectamente construidos. La familia del protagonista Drew es una víctima de un sistema un tanto arcaico y de las veleidades del padre de familia: un monstruo que erróneamente cree que su limpia carta de servicios y su placa policial le exoneran de sus pecados contra su esposa y su hija. Drew, cuyo único delito es haber apretado el gatillo para matar al monstruo que para su desgracia era policía, es excesivamente acusado de ASESINATO EN PRIMER GRADO. Es más, la mayor parte del pueblo desea que, pese a ser un niño, Drew sea conducido a la cámara de gas mostrando una falta total de empatía. Una empatía de la que también carecen el juez Noose al afirmar que el chico "no le daba ninguna pena" y el sheriff Ozzie al que le pesa más el hecho de que un niño haya asesinado a uno de sus mejores policías. El abogado Jack me cae bastante bien. Es un trabajador nato. Eso que tiene que lidiar con toda clase de obstáculos. Su mujer Carla será la que se ocupe de dar clases a Drew en la cárcel y así, en una improbable salida no quedar bastante retrasado. Otros obstáculos: Jack recibe una gran paliza por parte de los amigos de Stuart, su bufete está arruinado, el tener que bregar con una prensa canallesca que no para de tratar a Drew como delincuente y a Stuart, por contra, como un héroe.
El libro es en definitiva muy interesante. Se puede leer del tirón a pesar de sus seiscientas y treinta páginas. Yo lo considero como una joya, una obra maestra dentro del género de novelas de juicios que el gran John Grisham nos ha legado. Es por ello por lo que mi nota final es de ¡NUEVE! albóndigas (sobre diez).
¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE, CRÁPULAS!

Comentarios
Publicar un comentario