MI VERDAD SOBRE EL CASO ALDAMA
¿Cómo ha reaccionado Feijóo?. De la peor manera. Antes de ponerse en contacto con el presidente (lo que tenía que haber hecho) y, dado que el régimen funciona por colaboración, ponerse a elaborar entre ambos una ley anticorrupcíón, ha intentado sacar rédito político de este asunto pidiendo una moción de censura.. Afortunadamente, su voz se ha perdido en el desierto. Lo grave no es eso sino que ha solicitado a los partidos que apoyan al gobierno que den una especie de Tamayazo. Ya saben el golpe de Estado que perpetraron en el año 2003 las huestes de Esperanza Aguirre (PP) con el fin de colocar a ésta al frente de la Comunidad de Madrid a pesar de que el candidato del PSOE había ganado las elecciones. No se puede ser más antidemócrata. Yo hecho de menos los tiempos en los que Casado estaba al frente de Génova 13. Sensatamente, uno de los integrantes de la coalición de gobierno (Juns) ya ha expresado su intención de no apoyar la moción. Pienso además que no contaría con el voto afirmativo más importante: el de VOX. Sus miembros aún están dolidos por que el PP no apoyase la que ellos presentaron con el ex comunista Ramón Tamames de candidato. Por lo que a mí respecta, todavía me escuece acordarme del tremendo ridículo que hizo el propio Tamames en el Congreso. Casi podía decirse que balbuceaba al defender su candidatura. Todo el mundo (a través de las cadenas televisivas) fue testigo de tal ridículo. Más le hubiese valido a Feijóo reunirse con su odiado Sánchez para solucionar asuntos tan perentorios como el de la vivienda. Al que suscribe estas corruptelas le importan un pimiento. Es más cuando escucho algo del tema me dan ganas de vomitar.
Todo esto deja un preocupante colorario. La democracia española está en la UVI o en estado comatoso. Hechos como este caso así lo demuestran. Da la impresión de que cada vez que se celebren elecciones generales estar asistiendo a un plebiscito en el que se vote entre democracia sí (representada por el PSOE y sus partidos satélites), democracia no (el PP, VOX y el partido de Albise) o el hacerle el juego a estos últimos optando por la abstención. ¿Qué representa la ultraderecha según lo que ya hemos vivido?. La respuesta es sencilla: todo tipo de recortes. Olvídense de ayudas como las de la Ley de Dependencia y similares. En su absurda obsesión por acabar con el "estado del bienestar" y por todo lo que huela a progresismo, demolerán todo lo aprobado durante los gobiernos de Zapatero y Sánchez. Así, por ejemplo estarían en grave peligro leyes como la de Memoria Democrática, la de los matrimonios homosexuales e, incluso, la del aborto. En este afán por proteger la vida obligarían a que los preservativos se vendiesen con receta en farmacias. Se atreverían, si me aspan, a aprobar la vuelta del "secuestro legal" (valga el oxímoron) que supone el nauseabundo servicio militar obligatorio.Visto lo sucedido en las Comunidades donde gobierna el "dúo estático" (PP-VOX) como Castilla y León volvería la censura prohibiéndose obras de todo tipo que atufasen al, para ellos, vomitivo progresismo Por lo que hace a la izquierda, la mala noticia es que la única alternativa democrática a la pésima legislatura de Sánchez es el propio Sánchez. Lo cual hace inviable cualquier "voto de castigo" que no pase por votar a los amigos de Franco (¡qué se pudra en el infierno!). Dicho esto ustedes, queridos crápulas, tienen la última palabra en las siguientes elecciones generales.
¡HASTA LA SEMANA QUE VIENE, CRÁPULAS!. ¡MAZÓN, DIMISIÓN!

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